La electricidad es el futuro

Lo será para nosotros y aún más lo será para nuestras generaciones

La transición energética es una de las claves de la humanidad, y debemos eliminar el uso del carbón, el petróleo y el gas en nuestras vidas, ya que es un modelo obsoleto y contaminante. Debemos transicionar a un sistema que no emita CO2 y en la industria será algo más complejo, pero no imposible.

Pero centrémonos en lo que está en nuestras manos: los hogares, ya que su electrificación es necesaria y con urgencia.

A día de hoy en 2025 y según datos del 2024 aportados por la Red Eléctrica Española el 57% de la energía eléctrica consumida en nuestras casas, se ha producido mediante fuentes renovables. Dicha tendencia es al alza y es una constante desde hace años, y es un dato por el que debemos sentirnos orgullosos como país y como sociedad.

En Europa hoy con sus aproximadamente 26.000.000 de bombas de calor funcionando, evitamos quemar 5.500.000.000 de m3 de gas cada año, lo que supone el 1,6% de gas consumido en la Unión Europea. Así mismo se evitan las emisiones de 45 mega toneladas de dióxido de carbono., por ejemplo equivale al total de las emisiones anuales de Hungría. 

Estamos de acuerdo en que quemar cosas tiene fecha de caducidad, por lo tanto, debemos actuar de la mejor y más rápida de las formas posibles.

Fuente: Más vale una imagen que mil palabras… 

Nuestra red eléctrica se apoya en las patas principales de siempre:

• Eólica 23,2%
• Fotovoltaica 17%
• Hidráulica 13,3%

La electrificación es un objetivo factible, real y en el que debemos trabajar de forma incansable.

Debemos cambiar la forma en que nos movemos, nos climatizamos y hasta cómo fabricamos cosas. España, dentro de esta independencia energética que seguimos en Europa, puede ser referente indiscutible (de hecho en algunos puntos ya lo somos/fuimos).

Tenemos el sol, tenemos vientos de mucha calidad y tenemos muchos ríos. Pero además, tenemos una población y con alto nivel de felicidad, con amor por la buena vida, y esto es lo que nos lleva a una creciente población a comprender que debemos ser solidarios con los que están por venir.

La producción de electricidad renovable en Europa bate sus propios récords cada año, y a modo de ejemplo en 2024 se redujeron un 59% las emisiones. Según el Power Barometer 2024 de Eurelectric, el 75% de la energía consumida en 2024 ha sido de origen renovable.

Aquí es donde la bomba de calor juega un papel clave ya que tiene la peculiaridad de que cada KW producido es multiplicado de forma exponencial. Por lo tanto, cada KW de origen renovable utilizado en una bomba de calor es varias veces renovable. 

Bombas de calor hoy en Europa

En 2023 son 25 millones de bombas de calor en Europa las que están funcionado!

Según la EHPA, como vemos en la siguiente imagen, sería factible que en 2030 se hayan instalado otras 15 millones de bombas de calor para aumentar a las 45 millones de unidades. Aunque queda lejos de las primeras ambiciones donde se esperaban unas 65 millones de bombas de calor.

Europa es un continente culturalmente muy rico y muy variado, con unas condiciones climáticas muy distintas para todos aquellos países que la integramos. Y analizando datos de las bombas de calor instaladas por países, vemos datos muy interesantes.

Por ejemplo, países como Noruega, donde además la refrigeración no es necesaria, dispone de una media de 600 bombas de calor cada 1000 hogares, mientras que en España con una demanda de refrigeración tan marcada, no llegamos a las 80 bombas de calor por cada 1000 hogares Españoles. 

Vemos como Noruega lidera una tabla que puede ser ciertamente contradictoria para nosotros, y es que en España seguimos asociando la bomba de calor al aire acondicionado, y a muchos nos cuesta entender cómo es posible que Noruega, Suecia, Estonia, Dinamarca… en definitiva países donde no se demanda la refrigeración, hayan muchísimos más hogares con bombas de calor que en España. 

Os dejamos la tabla de la relación según la EHPA.

Pasos…

La Unión Europea está dando pasos firmes hacia una electrificación!

La presión ejercida sobre los países miembros para eliminar y dejar promover la energía fósil tiene su efecto directo en el sector de las bombas de calor.

A modo de ejemplo, en España es imposible ya ver equipos de combustión en viviendas nuevas o reformas integrales y están siendo construidas con bombas de calor como fuente principal, y sobre todo, con previsión de refrigeración activa.

Los países miembros están siguiendo distintas estrategias para adaptarse a su propio mercado, marcando un calendario distinto.

Os dejamos el resumen a día de hoy, de los países que han activado restricciones:

• Alemania, Noruega, Dinamarca, Holanda e Irlanda: han prohibido instalar gas y gasóleo
• España, Italia e Inglaterra: han prohibido instalar gas y gasóleo pero solo en obras nuevas
• Francia: ha prohibido el gasóleo en general y el gas solo en obras nuevas
• Grecia: ha prohibido el gasóleo en general sin restricciones al gas.
• Austria: las anunció pero el actual gobierno la ha congelado
• El resto: no han activado prohibiciones.

A efectos de la biomasa (pellets, leña y astillas), la normativa sobre las emisiones se está endureciendo a unos niveles que afectará drásticamente a muchos fabricantes de sistemas.

Las adaptaciones que se requerirán en los próximos 10 años, serán demasiado exigentes para poder implementarlas en los equipos domésticos. El coste de los equipos capaces de emitir emisiones por debajo de lo permitido será aún mas alto que hoy, por lo que sin ayudas y subvenciones directas, es un sector que necesitará hacer un ajuste demasiado agresivo en lo que queda de década, adaptando su tamaño de producción a la nueva realidad de la biomasa, que no pinta nada bien actualmente.

Mi opinión personal, como ya he dicho tantas veces y siendo un humilde conocedor del sector, quemar cosas tiene fecha de caducidad. 

Ya lo decía Nikola Tesla

La electricidad es el futuro…

Permítame maestro Nikola, que añadamos a ese futuro que pronosticaba con tanta sabiduría, algo que se ha vuelto tan imprescindible para la humanidad como son las bombas de calor. 

Calentarnos, enfriarnos, conducir, mantener alimentos, sanidad, los transportes, etc… son tantas las aplicaciones en las que las bombas de calor son tan necesarias, que abruman la mente de cualquiera solo pensar qué haríamos hoy si no existieran.

En un mundo en pleno calentamiento global a velocidades de vértigo, es necesario tomar medidas serias, y será muy necesario calentarse y refrigerarse en casi todo el planeta no tardando mucho. Por ello las bombas de calor en todas sus versiones son la clave del futuro.